Reseña: Fuego eterno

 

Título: Fuego eterno

Trilogía: Leyendas de Erodhar 0

Autor: Cosmin Flavius Stircescu

Páginas: 326

Publicación de esta edición: 2017

Editorial: Ediciones Arcanas

Género: Fantasía épica

SINOPSIS

«Cuando el traidor pase a ser el traicionado, la venganza no será suficiente para saldar viejas deudas».

En un mundo donde prevalecen la fuerza del músculo, los corazones de hielo y la pureza de la sangre, un orco mestizo se subleva contra el líder de su propio clan valiéndose de su inteligencia y sus conocimientos de magia elemental. Pero no siempre los dioses premian al audaz y su fracaso se fragua en la traición de su mejor amigo y una huida por salvar su vida. El rey Torkan enviará al mejor guerrero del clan, el feroz Barghor, para cazarlo. Sangre, lucha, conspiraciones y magia oscura. Esta es la historia de un orco. Su nombre: Rough.

OPINIÓN

Después de leer La antología Ecos de los 12 mundos me quedé con ganas de leer más obras de los autores que participaron en ella, así que cuando vi en Amazon que este libro de Cosmin estaba disponible en Kindle no dudé en cogerlo y, por supuesto, en leerlo.

Al principio, al aparecer cierto elemento que aparece en los relatos de la antología pensé que este libro estaba relacionado con su relato en ella, así que volví a leer su relato para cerciorarme y no es así, es una historia diferente.

Como bien dice la sinopsis aquí los protagonistas son orcos, la mayoría guerreros que sólo usan la fuerza bruta, pero también los hay que pueden dominar los elementos y además hay diferentes razas: y unos son puros y otros mestizos.

En esto ni si quiera los orcos se libran del racismo y el menosprecio. Los orcos puros son los que lo dominan todo, los que mandan, los que tienen mayores privilegios; los mestizos… bueno, todo lo contrario, ya os podéis imaginar la situación y las injusticias. Pero nuestro protagonista quiere cambiar eso sea como sea y valiéndose de lo que haga falta.

El libro está dividido en dos partes, cada una con sus capítulos, y son algo diferentes:

En la primera parte he notado ciertas escenas que me han recordado a otras obras (películas sobre todo) de hace unas décadas, no es algo que me haya molestado, es simplemente que me han recordado a ellas bastante y supongo que es de donde el autor se ha inspirado para crear esta historia.

Pero sí que ha habido cosas que no me han convencido, que no me han resultado creíbles, aunque sí es cierto que luego las explica y resultan medianamente aceptables.

Además las escenas de acción no tardan mucho en aparecer y tanto los personajes como los objetos y lugares están muy bien descritos, por lo que resulta fácil “verlos” mientras leemos y la lectura es ágil.

En cuanto a la segunda parte, las escenas de acción son mucho más numerosas, más emocionantes, por decirlo así, y cada una más intensa y sangrienta que la anterior (no, no llega a ser gore, no os preocupéis por eso).

Tanto en la primera parte como en la segunda nos encontramos con capítulos que son flashback, unos nos cuentas la juventud de nuestro protagonista, cómo llegó a convertirse en chaman; y otros nos explica qué ocurre entre el final de la primera parte (que te da una sorpresa, yo al menos no me lo esperaba) y el inicio de la segunda, por lo que hay que estar atenta a la lectura, especialmente en la segunda parte, para no liarnos, pero es fácil seguir el hilo de la historia incluso con estos pequeños saltos.

También tengo una pequeña queja, y es que me habría gustado saber más sobre cómo viven, sus costumbres, no sólo las peleas por ver quien tiene mayor fuerza bruta, y saber más sobre su relación con otras razas como los humanos, los elfos y demás que tan sólo mencionan de pasada una vez.

Y aunque se trata de una trilogía donde cada libro es autoconclusivo, me he quedado con ganas de saber qué pasa a continuación. De verdad, ese final te hace querer leer más sobre este mundo. Quizá en el siguiente se respondan algunas de las preguntas que me ha generado este libro ya que este libro es más como una introducción a este mundo que ha creado Cosmin.