Reseña: La propiedad embrujada

Título: La propiedad embrujada

Autor: Jorge Rafael Madrid Mejía

Páginas:  34

Publicación de esta edición: 2020

Editorial: Autopublicado

Género: Relato, Terror

 

SINOPSIS

 

Un grupo de amigos se muda a una casa supuestamente embrujada. Todos ahí les advierten que hay un fantasma horripilante oponiéndose a que los vivos habiten el lugar.

Los amigos se mudan de todos modos y, las cosas no suceden como el lector se las podría esperar...

 

OPINIÓN

 

Antes de empezar a contaros mi opinión personal de este relato, quiero dar las gracias a Jorge Rafael Madrid Mejía por ponerse en contacto conmigo para leer y reseñar su libro.

 

Este es uno de esos libros que, de haberlo visto por casualidad, seguramente habría pasado desapercibido, no me habría parado a echarle un vistazo ni mucho menos darle la oportunidad de leerlo, por lo que agradezco que el autor me propusiera esta colaboración.

 

Voy a ser breve con mi opinión, ya que se trata de un libro cortito, un relato.

 

A pesar de ser una historia de misterio de terror, a pesar de tratarse de una casa encantada, de haber fantasmas, yo no he visto ni pizca de terror, de hecho me ha resultado una historia un tanto infantil donde no he conectado con ningún personaje, puesto que ninguno de ellos me ha convencido, ninguno de ellos me ha parecido real y sobretodo, el que menos me ha convencido ha sido el fantasma que parece más un chiste.

En cuanto a los diálogos, otro tanto de lo mismo. Me han parecido situaciones y diálogos que, ¿quién habla así?

 

Lo que sí me ha parecido que tiene claro el autor al escribir esta historia es su opinión sobre las nuevas generaciones, sobre los jóvenes, pues el relato acaba haciendo una crítica hacia los jóvenes de ahora. Sin duda ese es el principal propósito de escribir esta historia. Y, aunque comparto en parte esa opinión, creo que no ha estado muy acertado.

 

También he de decir que las ilustraciones del interior, así como también la portada, son magnificas. No sé quién es el autor/a de esas ilustraciones, pero ¡qué gran trabajo!