Reseña: La reina del Tearling

Título: La reina del Tearling

Saga: La reina del Tearling 1

Autor: Erika Johansen

Páginas: 496

Publicado en: 2016

Editorial: Fantascy

Género: Fantasía, Joven adulto, Distopía

Sinopsis

Kelsea Glynn es la única heredera del trono del Tearling. Tras la muerte de su madre, la princesa fue criada por dos fieles sirvientes en una cabaña oculta en los bosques. Durante casi dos décadas, el tío de Kelsea ha ejercido la regencia, pero no es más que el títere corrupto de la Reina Roja, la taimada y despótica hechicera que ostenta el poder en el feudo colindante de Mortmesne.
El día que Kelsea cumple diecinueve años, los maltrechos restos de la guardia de la reina acuden para sacar a la joven de la clandestinidad y escoltarla hasta la capital.
Así empieza el turbulento viaje de Kelsea al corazón del Tearling para reclamar su trono, ganar la lealtad del pueblo, y rescatar su reino de la corrupción y de la magia oscura.
Armada con una voluntad de acero, la joven se someterá a una auténtica prueba de fuego que puede convertirla en leyenda... o destruirla.

Opinión

Sé que hace tiempo que no publico ninguna reseña, pero con este calor no lograba concentrarme en la lectura, y sólo me apetecía ver series. Pero ya estoy aquí de nuevo con otra reseña.

Hace tiempo que conozco esta trilogía pero no he querido empezarla hasta que estuvieran los tres publicados en España, ya que no hay nada que me fastidia más que empezar una saga o trilogía y después descubrir que faltan títulos por publicarse en español y que para colmo las editoriales no tienen intención de publicarlas.

Por suerte este no ha sido el caso.

Como he dicho, conozco esta trilogía desde hace tiempo. Han sido muchas reseñas en blogs y youtube las que he visto y siempre coincidían en lo mismo: es una trilogía maravillosa que te atrapa y no puedes dejar de leer. Así que empecé a leer este libro con esa idea. Tenía altas expectativas con este libro.

No puedo decir que me haya decepcionado, porque no ha sido así, de hecho me ha gustado bastante, pero no ha llegado hasta el punto de  no poder dejar de leer (excepto el final, quizá).

Este libro (y la trilogía) cuenta la historia de Kelsea, una joven de diecinueve años que ha sido cuidada y educada desde que tenía uno por sus padres adoptivos, ya que de permanecer junto a su madre no habría sobrevivido y su padre es toda una incógnita, de hecho la pregunta “¿Quién es el padre?” se repite bastante a lo largo del libro. La madre de Kelsea no es que esté loga o algo por el estilo y que por eso sea peligroso que la niña permanezca con ella, sino que es, o mejor dicho era, la reina de Tearling y tenía enemigos por todas partes deseosos de deshacerse de ella y su descendencia.

Ahora que Kelsea tiene diecinueve años, y or tanto es mayor de edad, ya puede reclamar lo que es suyo, el trono de Tearling, que durante años lo ha estado ocupando el Regente, su tío, uno de los que la quieren ver muerta y que se ha aliado con el peor enemigo del Tearlin: la Reina Roja. De hecho comienza justo cuando unos soldados de la Guardia Real llegan a la casita donde se escondía Kelsea con sus padres adoptivos para llevarla de vuelta a la Cuidadela a reclamar el trono y ejercer de reina. Pero el camino no es precisamente fácil, ya que los asesinos profesionales enviados por su tío la acaban de descubrir. Aunque no son los únicos con los que se topan durante su viaje, también hay cierto ladrón algo misterioso.

Al principio Kelsea parece una chica normal, puede que incluso algo débil, pero poco a poco va demostrando todo lo contrario, dejando con la boca abierta a todo el mundo. Eso sí, más de una vez se dice que ella es algo fea y gordita, mientras que todos los Guardias Reales, y el ladrón misterioso, son de una belleza tal que aparentan menos edad de la que realmente tienen.

Recuperar el trono no le resulta tan difícil, pero tampoco está exento de peligros y en seguida descubre que durante la regencia de su tío el reino ha ido decayendo cada vez más a causa de la corrupción, la codicia, la prostitución y sobre todo el tráfico de esclavos (uno de los temas principales de este primer libro) pero no sólo en la aristocracia, sino también en la iglesia. Algo que Kelsea está dispuesta a que acabe cuanto antes.

Es más, reconozco que Kelsea me parece un personaje admirable: es una joven fuerte, que no se preocupa por su aspecto, su única preocupación es ser una buena reina, estar a la altura y cuidar y proteger a su pueblo, hacer que todo mejore; toma sus propia decisiones, ya sean fáciles o no; no se conforma con la vida acomodada que tuvo su madre y que tienen los aristócratas; siempre está dispuesta a aprender más, a luchar y defenderse ella misma. Además es amante y defensora de los libros, algo que en este mundo fantástico y distópico no tiene ningún valor y que apenas hay (otra de las cosas que Kelsea quiere solucionar).

Debo decir que en algunos momentos he podido ver ciertas similitudes con Los juegos del hambre  (con el tema de los esclavos y su forma de seleccionarlos) y con Canción de hielo y fuego aunque este en menor medida. Y en algunas ocasiones, especialmente al principio, repite lo mismo varias veces. También podemos ver de vez en cuando el punto de vista de varios personajes, no sólo el de la protagonista.

Otra de las cosas que me han gustado de este libro es que ha mezclado distopía y fantasía, aunque esta última está mucho más presente. No es la primera vez que leo un libro con una mezcla como esta, pero sí uno de los que más me han gustado.

Valoración